Es muy importante saber, el concepto y las diferencias entre sentimiento y emoción, ya que generalmente la terapia cognitiva conductual y otros tipos de tratamiento psicológicos , puede hacer que explores sentimientos, emociones y experiencias dolorosas.
Es posible que llores, te angusties o te enojes durante una sesión difícil. Se entiende por sentimiento la acción y el efecto de sentir o sentirse, es una palabra que proviene del latín, y que está compuesta de la siguiente manera “sentire” que significa “oír” aunque también responde al significado de las percepciones táctiles y gustativas, y el sufijo “miento” que quiere decir instrumento, medio o resultado. Cuando se habla de sentimiento se refiere a un estado expresivo del ánimo que se produce gracias a la impresión de un acto o situación, y estos estados pueden ser alegres, felices, tristes y dolorosos.
Muchas veces tienden a confundir los sentimientos con las emociones, ambos si están correlacionados, pero no poseen el mismo significado, y la diferencia entre ambos es que los sentimientos son el resultado o derivan de una emoción para poder expresarse.
Estos son objetos mentales conscientes que son producidos por la emoción como imágenes, sonidos, percepciones físicas entre otros. En cambio, las emociones son un grupo de respuestas químicas y neuronales, que se originan, a nivel biológico, en el sistema límbico del cerebro.
De una forma más explícita; para entender esta diferencia podemos extraer un fragmento del libro “El error de Descartes” de Antonio Dalmasio.
El autor es un investigador que ha prestado mucha importancia a las emociones y los sentimientos en el comportamiento social e incluso en el razonamiento. Para Dalmasio: “Cuando experimentas una emoción, por ejemplo, la emoción de miedo, hay un estímulo que tiene la capacidad de desencadenar una reacción automática. Y esta reacción, por supuesto, empieza en el cerebro, pero luego pasa a reflejarse en el cuerpo, ya sea en el cuerpo real o en nuestra simulación interna del cuerpo y entonces tenemos la posibilidad de proyectar esa reacción concreta con varias ideas que se relacionan con esas reacciones y con el objeto que ha causado la reacción.
Cuando percibimos todo eso es cuando tenemos un sentimiento.” Así pues, los sentimientos son el modo en el que nos relacionamos con esa vertiente emocional de nuestra mente, las narraciones que establecemos sobre ella y el modo en el que respondemos ante estas situaciones experienciales.
Los componentes de la emoción
Las emociones, que se originan en el sistema límbico del cerebro, son estados complejos en los que intervienen distintos componentes:
Fisiológicos: Son procesos involuntarios, la primera reacción: aumenta el tono muscular, la respiración, se producen cambios hormonales…
Cognitivos: La información se procesa, tanto a nivel consciente como inconsciente que influye en nuestra experiencia subjetiva.
Conductuales: Movimientos del cuerpo, del tono de voz, de la cara...
Tipos de sentimientos positivos
Los sentimientos positivos son sentimientos agradables que producen una percepción de bienestar en la persona y comportan sensaciones de agrado. Los sentimientos positivos contribuyen en gran medida a preservar nuestra salud física y psíquica, debido a que ayudan a disminuir las sensaciones de estrés y ansiedad. Por otro lado, ayudan a paliar la aparición de los sentimientos negativos.
Lista de sentimientos positivos
Son muchos los sentimientos positivos que podemos experimentar a lo largo de nuestra vida, que en grandes rasgos pueden agruparse en los siguientes sentimientos:
- Felicidad: es una emoción primaria que se entiende como un sentimiento de satisfacción absoluta, que nace a partir de otra emoción y nos hace valorar el entorno que nos rodea de una forma positiva.
- Amor: el amor es un sentimiento hacia alguien o alguna cosa y nace el deseo de que aquella persona o cosa tengo todo lo bueno que pueda tener, saca lo mejor de nosotros mismos.
- Euforia: la euforia es la máxima expresión de alegría, que conlleva un aumento de nuestra energía y nos hace contemplar la vida de un modo mucho más positivo.
- Esperanza: tener fe en alcanzar aquello que uno anhela.
- Motivación: reacción de entusiasmo y energía ante un deber o una acción.
- Pasión: sentimiento que está íntimamente relacionado con el amor y tiende a aparecer en la esfera sexual.
- Satisfacción: sentimiento que se produce tras la realización de algo bien hecho, que estimula la confianza y seguridad sobre nosotros mismos.
- Diversión: focalizar nuestra atención en una acción que nos hace pasar el tiempo de forma agradable y nos aporta bienestar.
- Bienestar: estado de equilibrio entre los niveles somáticos y psíquicos de la persona.
- Entusiasmo: sentimiento que nace ante la motivación frente a un acontecimiento.
Tipos de sentimientos negativos
Al contrario de los positivos, los sentimientos negativos producen sensaciones de malestar en la persona y al resultar desagradables. Es conveniente no confundir los sentimientos negativos con sentimientos malos. Los sentimientos negativos también son útiles y funciones.
A veces, pretendemos librarnos de ellos, aunque son necesarios para nuestro desarrollo y progreso como personas.No obstante, es importante hacer una correcta gestión de los sentimientos negativos, pues al contrario de los positivos pueden ser los precipitantes de elevados niveles de estrés y angustia y con ello, generar problemas de salud física o psíquica, como el desarrollo de un trastorno depresivo y/o ansioso.Del mismo modo que en los sentimientos positivos, son muchos los sentimientos negativos que podemos experimentar, sin embargo, no debemos olvidar que aprender a convivir con los sentimientos negativos y darles la importancia y dedicación que merecen, nos ayudará a crecer como personas.
Los diferentes sentimientos negativos que podemos encontrar a grandes rasgos son los siguientes:
Enfado: sentimiento de disgusto hacia alguien o algo, que causa una mala disposición hacia el objeto generador de enfado.
Ira: es una emoción primaria que es debida a una elevada intensidad de enfado.
Miedo: angustia causada por la percepción de un peligro que puede ser real o imaginado.
Preocupación: estado de inquietud que aparece frente a un problema o circunstancia.
Tristeza: sentimiento que cursa con dolor emocional y que provoca un gran malestar, que puede desencadenar pensamientos de carácter pesimista y con tendencia al llanto.
Culpa: responsabilidad que la persona asume sobre un hecho o acción, que conlleva una connotación negativa.
Estrés: estado de ánimo de abrogación ante la percepción de sentirse superado por una determinada circunstancia.
Frustración: sentimiento que nace ante la imposibilidad de completar aquello que se necesitaba o deseaba.
Indignación: sentimiento que cursa con enfado por considerar un hecho o acción como injusta.
Vergüenza: incomodidad frente a un hecho sobre el cual la persona se ha sentido humillada o por anticipación de miedo a poder hacer el ridículo.
Vulnerabilidad: sentimiento que engloba sentimientos de fragilidad, impotencia, sensibilidad e inseguridad, que desencadenan un sentimiento global de percepción de vulnerabilidad.
Pero, ¿cómo se clasifican las emociones? Existen distintos tipos de emociones, a continuación puedes encontrar una lista con una breve explicación de cada una de ellas. Ten en cuenta, sin embargo, que no se trata de una clasificación definitiva, ya que ninguna plasmará al 100% cómo se agrupan y se relacionan entre sí las emociones; simplemente, es una clasificación útil.
1. Emociones primarias o básicas:
Las emociones primarias también se conocen como emociones básicas, y son las emociones que experimentamos en respuesta a un estímulo. Para Paul Ekman, las emociones básicas son 6:
Tristeza felicidad, sorpresa, asco, miedo e ira.
Todas ellas constituyen procesos de adaptación y, en teoría, existen en todos los seres humanos, independientemente de la cultura en la que se hayan desarrollado.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que el hecho de que un fenómeno o rasgo psicológico se dé de manera universal en todas las sociedades humanas no significa que sea parte de nuestros instintos, ni que sea expresión de nuestros genes.
Las emociones secundarias son un grupo de emociones que siguen a las anteriores. Por ejemplo, cuando experimentamos la emoción básica de miedo después podemos sentir las emociones secundarias de amenaza o enfado, dependiendo, claro está, de la situación que estemos viviendo. Las emociones secundarias son causadas por normas sociales y por normas morales.
3. Emociones positivas
Dependiendo del grado en que las emociones afectan al comportamiento del sujeto, éstas pueden ser o bien positiva o bien negativas. Las emociones positivas también se conocen como emociones saludables, porque afectan positivamente al bienestar del individuo que las siente. Favorecen la maner a pensar, de razonar y de actuar de las personas. Por ejemplo, la alegría, la satisfacción, la gratitud no provocan una actitud positiva frente a la vida y nos hacen sentir experiencias que nos ayudan a sentirnos bien.
4. Emociones negativas
Las emociones negativas son opuestas a las emociones positivas, porque afectan negativamente al bienestar de las personas. También se conocen como emociones tóxicas, y suelen provocar el deseo de evitarlas o evadirlas. El miedo o la tristeza son algunos ejemplos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de emociones, en pequeñas cantidades y relativa baja intensidad, no son perjudiciales. De hecho, forman parte del proceso de aprendizaje, ya que gracias a ellas nuestra memoria emocional nos ayuda a recordar las consecuencias que tienen ciertas conductas (o exponernos a ciertos contextos).
Bibliografía
5. Emociones ambiguas
Las emociones ambiguas se conocen también como emociones neutras, puesto que no provocan ni emociones negativas ni positivas, ni saludables ni no saludables. Por ejemplo, la sorpresa no nos hace sentir ni bien ni mal.La existencia de estas emociones deja claro que somos animales complejos, y que nuestras experiencias presentan muchos matices.
6. Emociones estáticas
Algunos autores también han hecho referencia a las emociones estáticas. Son aquellas que se producen gracias a distintas manifestaciones artísticas, como por ejemplo: la música o la pintura.Así, al escuchar una canción podemos sentirnos muy felices o muy tristes, pero esa sensación sería cualitativamente diferente a la felicidad o la tristeza que se experimenta ante cualquier otra experiencia, ya que se vive en un contexto artístico, mediado por símbolos y atribuciones sobre las intenciones del autor.
7. Emociones sociales
Las emociones sociales no se refieren a las emociones culturalmente aprendidas, sino que es necesario que haya otra persona presente o de lo contrario no pueden aflorar. Por ejemplo, la venganza, la gratitud, el orgullo o la admiración, son emociones que sentimos respecto a otros individuos.
8. Emociones instrumentales
Las emociones instrumentales son aquellas que tienen como fin u objetivo la manipulación o el propósito de lograr algo. Son complicadas de reconocer porque puede parecer que sean naturales. Sin embargo, son emociones forzadas y esconden una intención. En ocasiones, son fruto de la auto-sugestión: someterse a ciertos contextos voluntariamente para hacer que una parte de esa emoción tiña nuestra forma de comportarnos.
Muchas veces no nos damos cuenta de la importancia de la educación emocional. En las escuelas, por ejemplo, están más preocupados por enseñarnos a ser buenos profesionales, y dejan de lado el convertirnos en personas emocionalmente inteligentes y emocionalmente sanas. La inteligencia emocional ha demostrado ser una herramienta básica para nuestra salud mental y es, sin duda, una forma de empoderarnos frente a la vida, de convertirnos en personas mucho más preparadas para el día a día.¡Mucho más felices!La inteligencia emocional es un término que se hizo famoso gracias a Daniel Goleman, y desde entonces muchas investigaciones han afirmado que es positiva no sólo para nuestra vida cotidiana, sino que en trabajo, el deporte e incluso la educación, es altamente eficaz y aporta muchos beneficios para el rendimiento.
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